Tengo un pololo atípico al que no le gusta el fútbol. Sin embargo, entrando en el cliché, es fanático de las pantallas y las consolas. Asi que hace unos días fuimos a conocer el primer televisor 8K, -¡Sí 8 K!-, que llegó a Chile y lo trajo nada más ni nada menos que la surcoreana Samsung.
Debo confesar que por gordos lechones llegamos tarde al evento de presentación, pero aún así el Product Manager demasiado amoroso nos contó sobre las bondades de este tremendo televisor, se los voy a contar en simple:
- La tecnología 8K equivale a una súper alta resolución, 16 veces más que un televisor Full HD y 4 veces más que un Ultra HD 4K. La gracias es que no distorciona ninguna imágen, por lo que muestra contenido más claro y preciso.
- Tiene incorporado IA (Inteligencia Artificial), que lo que hace basicamente es eliminar el ruido de la imágen definiendo mucho mejor los contenidos, es decir, transforma la calidad de las imágenes HD o 4K, mejorándolas y convirtiéndolas como si fuera contenido 8K.
- Gracias a la tecnología SmartThings™, el Qled 8K queda conectado al centro del hogar, facilitando así una experiencia Smart a través de Alexa o Google Assistant, por lo que puede ser ser monitoreado o manejado remotamente.
- Tiene cable invisible
- La pantalla se puede programar para que en vez de quedar en negro, cada uno pueda elegir un fondo convirtiéndose así en un elemento decorativo del hogar.